Constanza Eugenia Cornejo Jiménez, Historiadora UIS
Para los días 27 a 30 de agosto del año 2021 se está organizando por varias academias y universidades un Congreso conmemorativo en el municipio Villa del Rosario, en el Norte de Santander. El plan organizativo de este congreso lo ha planeado como un escenario académico para responder preguntas históricas de toda clase, empezando por los ocho conferencistas internacionales que ya aceptaron venir. Es por ello que quiero contribuir a su realización ofreciendo mi respuesta a la siguiente pregunta: ¿por qué el Congreso conmemorativo tiene que ser organizado en la Villa del Rosario de Cúcuta y no en otra parte?
Mi respuesta es directa, como somos las santandereanas: porque la tradición del centenario de 1921 y del sesquicentenario de 1971 ya crearon una tradición histórica, que consiste en que las conmemoraciones de este evento se organizan en los escenarios de la Villa del Rosario: la casa natal del general Santander, el Parque Grancolombiano, las ruinas de la antigua iglesia y otro escenario alterno para las sesiones. Quiero recordarles que durante los años 1921 y 1971 sí fueron conmemorados tanto el centenario como el sesquicentenario del Congreso constituyente de la República de Colombia, aquel que se reunió entre el 6 de mayo y el 14 de octubre de 1821 en la sacristía de la antigua iglesia de la Villa del Rosario de Cúcuta.
Las fechas emblemáticas de este Congreso constituyente son cuatro: el 6 de mayo, día en que fue instalado; el 30 de agosto, día en que fue aprobada la primera carta constitucional de Colombia; el 3 de octubre, día en que tomaron posesión de sus empleos el presidente y el vicepresidente de la república, generales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander; y el 6 de octubre, día en que el Libertador presidente y sus secretarios del despacho ejecutivo sancionaron la constitución. La conmemoración centenaria no contó con algún acto organizado por la Academia Colombiana de Historia, pese a que llegó a proponer el envío de una comisión a los actos que se organizaron en la Villa del Rosario, pero no cumplió ese propósito. La conmemoración sesquicentenaria escogió el jueves 6 de mayo de 1971 para la realización de la sesión solemne de la Academia Colombiana de Historia, y el domingo 3 de octubre siguiente para la apertura del Congreso Grancolombiano de Historia en la casa natal del general Santander de la Villa del Rosario. En esta conmemoración sí intervino el Gobierno Nacional con algunas obras de restauración de varios inmuebles de esta villa. Veamos los detalles enseguida.
El centenario
Durante la sesión realizada en la Academia Colombiana de Historia el 15 de marzo de 1921, los académicos Alfonso Robledo y Luis Augusto Cuervo, presidente y secretario interinos con ocasión del viaje de los titulares al exterior, manifestaron su deseo de ir personalmente a la Villa del Rosario de Cúcuta, con ocasión del centenario del Congreso Constituyente que allí se estaba preparando. El académico Roberto Cortázar presentó la siguiente moción que fue aprobada: “Hágase constar en el acta de este día el ofrecimiento espontáneo de los señores Presidente y Secretario de la Academia de concurrir, si les fuere posible, personalmente a la ciudad del Rosario de Cúcuta, con motivo del próximo centenario del Congreso de aquella ciudad, con el objeto de tomar parte más de cerca en las festividades de dicho centenario. Comuníquese a la Junta santandereana esta resolución”. Del informe anual de las actividades de la Academia en 1921, que escribió el secretario Eduardo Posada, puede deducirse que no cumplieron con su deseo: “No pudo ir la comisión de su seno, como se tuvo el propósito, pero fueron nombradas personas de ese lugar para que la representaran en las ceremonias y festejos”.
En este año de 1921, la Academia Colombiana publicó el Libro de actas del Congreso de Angostura, conforme a la trascripción que hicieron del original los académicos Roberto Cortázar y Luis Augusto Cuervo. Ante el sesquicentenario del Congreso Constituyente de la Villa del Rosario, la Academia encargó a estos dos académicos la transcripción del Libro de actas del Congreso General de la República de Colombia, que salió de la imprenta en 1923. En este mismo año, el Gobierno encargó al pintor Ricardo Acevedo Bernal el lienzo Los padres de la patria saliendo del Congreso, de 73 x 53,3 centímetros, que hoy se conserva en la colección de la Casa Museo Quinta de Bolívar, para asociarse al centenario. Este lienzo representa a Bolívar y Santander descendiendo de las escalinatas del imaginado recinto del Congreso Constituyente, seguidos por Antonio Nariño, José Ignacio de Márquez y Joaquín Mosquera. Al parecer fue inicialmente instalado en la sala plenaria del Senado, en el Capitolio Nacional, hasta que vino en 1947 Santiago Martínez Delgado a pintar en el Salón Elíptico el gran mural titulado El Congreso de Cúcuta.
La administración de Marco Fidel Suárez estaba en este año de 1921 defendiéndose del cargo de indignidad que le había formulado el representante Laureano Gómez, que a la larga obligaron al presidente a renunciar ante el Senado el 9 de noviembre. Pero además este presidente no quería saber nada de conmemoraciones patrióticas, después de lo que había ocurrido con la conmemoración del centenario de la batalla de Boyacá en 1919. Como los oficiales y la tropa carecían de uniformes adecuados para el desfile conmemorativo, el intendente general del ejército celebró un contrato con Agustín Pastor para el suministro de diez mil vestidos de gala. Pero los artesanos, alentados por algunos agitadores, protestaron por la compra de esos uniformes y la importación de botas, argumentando que en el país se elaboraban de mejor calidad. El 15 de marzo de 1919, el Consejo de Ministros decidió no aprobar el contrato firmado con el señor Pastor, pero la manifestación de los artesanos ya estaba organizada. Estos se dirigieron al Palacio Presidencial para exigir la presencia del presidente en uno de los balcones. El presidente Suárez salió y leyó la respuesta a las peticiones formuladas, pero llovía a cántaros y no logró hacerse oír de los obreros, por lo cual hizo subir a los organizadores a los salones de Palacio para explicarles que como el decreto había sido derogado ya no había motivo de protesta. La multitud seguía gritando contra el gobierno y vivando tanto al partido liberal como al socialista, hasta que ya los organizadores no pudieron controlar a los manifestantes, que empezaron a tirar piedras y a atacar a los soldados. El comandante de la guardia presidencial, general Pedro Sicard Briceño, ordenó disparar contra los sastres que protestaban una descarga cerrada, con lo cual murieron dieciocho manifestantes y treinta más terminaron heridos.
El sesquicentenario
Dos años antes de la conmemoración del sesquicentenario, los periódicos nacionales comenzaron a informar sobre el deterioro de la Villa del Rosario y del poco interés que el gobierno mostraba por resolver este problema, pese a tratarse de un lugar de la memoria nacional. Se dijo que “para nadie es un secreto el detestable abandono y la triste condición en que se halla la casa natal de Santander, el templo, el parque de la Gran Colombia, la plazuela de los Mártires, donde fueron fusilados los próceres pamploneses Félix Ramón, José Javier Gallardo y Luis Hurtado; cada uno de estos resume todo un pasado de grandeza que se confunde con la razón de ser de la colombianidad”(1). El presidente Carlos Lleras Restrepo encargó a su ministro de Obras Públicas, Bernardo Garcés Córdoba, encargarse de los proyectos de remodelación necesarios en la Villa del Rosario, los cuales fueron continuados durante la administración Pastrana Borrero.
El Consejo de Monumentos Nacionales emitió la resolución número 3 el 10 de diciembre de 1970, proponiendo al Gobierno Nacional que declarase zona histórica en la Villa del Rosario la comprendida dentro de los siguientes linderos:
Partiendo de la esquina noroccidental de la intersección de la carrera 8ª con calle 4ª, se sigue hacia el occidente por el paramento norte de la calle 4ª hasta una distancia de 40 metros al Occidente del paramento occidental de la carrera 9ª, se sigue en dirección Sur, a una distancia de 40 metros paralelo al costado occidental de la carrera 9ª. hasta encontrar la margen norte del zanjón; se sigue hacia el oriente por dicha margen norte hasta un punto situado a cuarenta (40) metros del paramento sur de la carrera 7ª o Avenida Gran Colombia; se sigue hacia el Oriente en línea paralela a 40 metros del paramento sur de la misma calle 7ª hasta un punto situado a 40 metros del paramento occidental de la carrera 3A; se sigue hacia el Sur, en una línea paralela a 40 metros del paramento occidental de la carrera 3A hasta una distancia de 40 metros del paramento norte de la calle 9ª; se sigue en dirección occidental en una línea paralela al costado norte de la calle 9ª, hasta una distancia de cien metros del paramento occidental de la carrera 3A; se sigue hacia el Sur en una línea aproximadamente paralela al paramento occidental de la carrera 3A hasta un punto situado a 40 metros del paramento sur de la calle 10; se sigue hacia el Oriente por una línea paralela a 40 metros del costado sur de la calle 10, hasta un punto situado a 40 metros del paramento occidental de la carrera 1ª; se sigue hacia el Sur por una línea paralela a 40 metros del paramento occidental de la carrera 1ª, hasta un punto situado a 40 metros del paramento sur de la calle 14; se sigue hacia el Oriente por una línea paralela a 40 metros del paramento sur de la calle 14 hasta un punto situado a 40 metros al oriente del paramento oriental de la carrera 0; se sigue hacia el Norte por una línea paralela a 40 metros del paramento oriental de la carrera 0 hasta un punto situado a 60 metros al Norte del muro de cierre norte del predio donde está ubicada la casa del General Santander; de este punto al occidente en línea paralela a 60 metros al norte del muro de cierre norte del predio donde está ubicada la casa del General Santander, hasta un punto situado a 40 metros del paramento occidental de la carretera que conduce a Cúcuta, o sea la prolongación de la carrera 1ª; se sigue hacia el sur en línea paralela a 40 metros del costado occidental de la carrera 1ª, o prolongación de la carretera que conduce a Cúcuta, hasta un punto situado a 40 metros al norte del paramento norte de la calle 6ª, se sigue hacia el occidente por una línea paralela a 40 metros del paramento norte de la calle 6ª, hasta un punto situado a 40 metros del paramento occidental de la carrera 3ª, se sigue hacia el sur por una línea paralela a 40 metros del paramento occidental de la carrera 3ª, hasta un punto situado a 40 metros del costado norte de la calle 7ª, o Avenida Gran Colombia; se sigue hacia el occidente por una línea paralela a 40 metros del costado norte de la calle 7ª, o Avenida Gran Colombia, hasta un punto situado a 50 metros del costado oriental de la carrera 4ª, se sigue hacia el norte por una línea paralela a 50 metros del costado oriental de la carrera 4a, hasta un punto situado a 40 metros al norte del paramento norte de la calle 4ª; se sigue hacia el occidente por una línea paralela a 40 metros del costado norte de la calle 4ª, hasta un punto situado a 40 metros del paramento occidental de la carrera 4ª, se sigue hacia el norte por una línea paralela a 40 metros del paramento occidental de la carrera 4ª, hasta un punto situado a 10 metros del paramento sur de la calle 3ª, se sigue hacia el occidente por una línea paralela a 10 metros del paramento sur de la calle 3ª, hasta un punto situado a 40 metros del costado oriental de la carrera 6ª; se sigue hacia el Norte por una línea paralela a 40 metros del paramento oriental de la carrera 6ª, hasta un punto situado a 30 metros del paramento norte de la calle 3ª; se sigue hacia el occidente, por una línea paralela a 30 metros del paramento norte de la calle 3ª, hasta encontrar el paramento occidental de la carrera 6ª, se sigue hacia el sur a lo largo del paramento occidental de la carrera 6ª, hasta encontrar la esquina sur oeste de la carrera 6ª, con calle 3ª; se sigue hacia el occidente por el paramento sur de la calle 3ª, hasta encontrar un punto situado a 40 metros al oriente de la carrera 7ª; se sigue hacia el norte en línea paralela a 40 metros del costado oriental de la carrera 7ª, hasta un punto a 30 metros del costado norte de la calle 3ª; se sigue hacia el occidente en línea paralela a 30 metros del costado norte de la calle 3ª, hasta encontrar un punto situado a 30 metros del paramento occidental de la carrera 7ª; se sigue hacia el sur en línea paralela a 30 metros de pavimento occidental de la carrera 7ª, hasta encontrar el paramento norte de la calle 3ª; se sigue hacia el occidente por el paramento norte de la calle 3ª, hasta un punto situado a 20 metros al oriente del paramento oriental de la carrera 8ª; se sigue hacia el sur en línea paralela al costado oriental de la carrera 8ª, hasta un punto a 40 metros del costado sur de la calle 3ª; se sigue hacia el Occidente en línea paralela a 40 metros al costado sur de la calle 3ª,hasta encontrar el paramento occidental de la carrera 8ª, se sique por el paramento occidental de la carrera 8ª, hasta encontrar su intersección con la calle 4ª, punto de partida.
El ministro de Educación Nacional, Luis Carlos Galán Sarmiento, acogió esta propuesta con su decreto 102 del 27 de enero de 1971, por el cual se declaró “zona histórica como monumento nacional, al sector de Villa del Rosario de Cúcuta delimitada en la forma indicada en la resolución número 3 de 1970 del Consejo de Monumentos Nacionales”.
Antes de la adopción de esta base legal, ya habían sido emprendidas las acciones de adecuación de la villa para los actos del sesquicentenario, firmándose un contrato de asesoría con la Universidad de los Andes, que presentó un informe detallado en el año 1968. La Academia de Historia de Norte de Santander publicó en 1971 un folleto de Manuel Buenahora titulado Villa del Rosario de Cúcuta: cuna de la república, para respaldar con argumentos históricos la inversión de los auxilios nacionales en las obras de remodelación de la zona histórica.
Gracias a estas acciones del Gobierno Nacional, en el año del sesquicentenario fue inaugurada bajo la cúpula de la iglesia antigua una estatua en mármol del general Simón Bolívar, obra del escultor italiano Pietro Canónica, adquirida por el Banco Cafetero y obsequiada al municipio; y fue remodelada casa llamada “La Bagatela”, donde había funcionado el Poder Ejecutivo y fue residencia de los vicepresidentes Roscio, Azuola, Nariño y Castillo. La casa natal del general Santander fue restaurada y se le agregó el altillo de la esquina para restituir lo descrito en las escrituras notariales de la casa, y en el patio interior fue levantada una estatua en bronce del general Santander, obra del escultor Enrique Llamosa, que fue obsequiada por el Banco de la República.
El jueves 6 de mayo de 1971 se realizó en la sede de la Academia Colombiana de Historia una sesión solemne para conmemorar el sesquicentenario de la ceremonia de instalación del Congreso Constituyente en la Villa del Rosario. Asistió como invitado de honor el presidente Misael Pastrana Borrero, y bajo la dirección del presidente de la Academia, don Abel Cruz Santos, y del secretario, don Andrés Pardo Tovar, se realizó el acto con el siguiente orden del día:
—Lectura del acta de instalación del Congreso Constituyente el 6 de mayo de 1821 en la Villa del Rosario,
—Discurso de orden, a cargo del académico don Rafael Gómez Hoyos,
—Entrega de la edición facsimilar de la Constitución de la República de Colombia, sancionada el año de 1821 (30 páginas) por el doctor Rodrigo Lloreda Caicedo, gerente general del Banco Cafetero, quien la patrocinó.
—Clausura de la sesión solemne por el señor presidente de la República.
Pero el evento más importante del sesquicentenario fue el Congreso Grancolombiano de Historia, realizado entre los días 3 y 6 de octubre de 1971 en la casa natal del general Santander en la Villa del Rosario y en el Club del Comercio de San José de Cúcuta. En la convocatoria, la Academia Colombiana de Historia fijó por resolución los seis temas de este Congreso: la personalidad de los constituyentes, el aspecto político de la integración de las provincias en la unidad colombiana y su proyección internacional, la legislación sobre educación emitida en 1821 por los congresistas, las disposiciones humanistas contra la esclavitud de los negros y la servidumbre de los indígenas, la relación de la Iglesia y el Estado determinada por los constituyentes, y las disposiciones económicas y fiscales de 1821.
Asistieron a este Congreso Grancolombiano delegaciones de las academias nacionales de Venezuela y Panamá, de trece academias de Colombia (Nariño, Boyacá, Cartagena, Valle del Cauca, Risaralda, Cauca, Mompós, Norte de Santander, Ocaña, Cundinamarca, Santander, Antioquia y Eclesiástica de Medellín) y de los centros de historia de Barranquilla, Buga, Sucre, Socorro, Manizales, Río de Oro, Envigado y Pamplona. Concurrieron también delegados de los centros de historia de los Estados de Falcón, Trujillo y Táchira, así como del Instituto Mirandino de Estudios Históricos de Caracas.
A la sesión de apertura del Congreso, realizada al mediodía del domingo 3 de octubre en la casa natal del general Santander, asistieron el presidente Misael Pastrana Borrero, el expresidente de Venezuela Wolfgang Larrazábal, los cancilleres de Colombia y Venezuela, los embajadores de Ecuador, Panamá y México, los jefes de misión de Colombia en Caracas y de Venezuela en Bogotá, el gobernador de Norte de Santander y sus secretarios del despacho, el obispo de la diócesis y las altas autoridades civiles y militares de Cúcuta. El canciller Alfredo Vásquez Carrizosa pronunció el discurso de apertura, tras lo cual el presidente de la Academia Colombiana, Abel Cruz Santos, leyó su discurso histórico conmemorativo. Cerró el acto, con su discurso, el canciller de Venezuela, Arístides Calvani. Las sesiones de este Congreso se realizaron hasta el miércoles 6 de octubre en los salones del Club del Comercio de San José de Cúcuta. La sesión de clausura se organizó en la casa natal del general Santander, presidida por el ministro de Comunicaciones, el gobernador de Norte de Santander, el señor obispo y el alcalde de San José de Cúcuta. Este ministro hizo entrega de la estampilla conmemorativa del Congreso de 1821 que fue emitida, la cual reprodujo el fresco del maestro Santiago Martínez Delgado que orna el salón elíptico del Capitolio Nacional. Hicieron del uso de la palabra el presidente de la Academia de Historia de Santander, los presidentes de las delegaciones venezolana y panameña, y el presidente de la Academia Colombiana de Historia.
Colofón
El Congreso Conmemorativo del bicentenario del Congreso Conmemorativo, que se ha organizado en la Villa del Rosario, como es tradición, escogió el día lunes 30 de agosto de 2021 para el cierre de sus sesiones de trabajo, con la presencia de la vicepresidenta de Colombia, el gobernador de Norte de Santander y el alcalde de Villa del Rosario. Para ese día han sido invitados el historiador panameño Ernesto Castillero Calvo y dos historiadores colombianos que aún viven, Javier Ocampo López y Antonio Cacua Prada, quienes estuvieron presentes en el congreso del sesquicentenario, los cuales recibirán un pergamino de reconocimiento del alcalde de Villa del Rosario
Notas:
- Armando GÓMEZ LATORRE. La Villa del Rosario de Cúcuta, en El Tiempo, 7 de marzo de 1969.
Por: Constanza Eugenia Cornejo Jiménez, Historiadora UIS